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Estudiando nuestra salud, he entendido que nuestros suministros provienen de los 4 elementos (agua, tierra-nutrientes, aire-oxígeno y fuego-luz). Sin ellos nuestra vida es biológicamente imposible. Sin embargo, nos olvidábamos el quinto elemento: Las bacterias.
Hace una década que la ciencia, gracias a avances tecnológicos, ha empezado a estudiar este mundo que vive en nosotros y supera de 10 veces a nuestra cantidad de células. Tiene un impacto fundamental en nuestra salud ya que el microbiota intestinal regula la absorción de nutrientes, nuestro sistema inmunológico y hormonal, hasta nuestro sistema neurológico y no es por nada que lo llamamos segundo cerebro.
Un fallo en nuestro microbiota (en cantidad y/o variedad) y se puede perder en absorción de nutrientes, en mucosidad intestinal, dañar las paredes intestinales y provocar una permeabilidad no controlada, dejando entrar partículas, metabolitos y microbios no deseados en el torrente sanguíneo, excitar de las defensas inmunes liberando muchas moléculas proinflamatorias, afectando por otro lado a la producción de ciertas hormonas y neurotransmisores, afectando nuestro metabolismo, y teniendo consecuencias directas en el cerebro.
Por suerte, podemos controlar nuestro microbioma con la dieta. Solo hay que conocerlo, saber como diversificarlo, mantenerlo y como nutrirlo. Sin embargo, si ya está alterado y que esta en estado de permeabilidad intestinal, se necesita un programa de recuperación completo y eficaz. Con nuestra solución, reparamos las paredes intestinales, repoblamos y nutrimos el microbioma, y lo cuidamos.
Numerosos estudios demuestran el impacto del microbioma intestinal en el desarrollo de Alzheimer. Una revisión de junio 2020 sintetiza los avances de nuestros conocimientos.
Cuídate. DeltaO2 te ayudará.