Vitamina D y COVID-19

Hemos llegado a casi 1000 publicaciones que relacionan la vitamina D y el COVID-19 desde el comienzo de la pandemia.

¿Será que esta vitamina está llamando mucho la atención de los investigadores médicos?

Recordamos que la prevalencia de la deficiencia de vitamina D varía según la edad, la región y la etnia. Sin embargo, la deficiencia de vitamina D es relativamente común, especialmente en las personas mayores. En varios países europeos, más del 50% de la población adulta presenta una carencia de vitamina D.Factores que influyen: Por un lado, una menor exposición al sol, el uso de ropa y de protectores solares podría reducir la síntesis cutánea de vitamina D. Por otra parte, las fuentes dietéticas de vitamina D son limitadas y la epidemia de obesidad puede estar exacerbando la deficiencia. Además, el vegetarianismo, el veganismo y las enfermedades crónicas, como las enfermedades renales y hepáticas, así como los factores genéticos y epigenéticos, pueden influir en la concentración de vitamina D.La evidencia actual (destacadas en la acumulación de investigaciones reunidas en una revisión del 4 de enero de 2022) sugieren que tomar un suplemento de vitamina D para mantener una concentración sérica de 25(OH)D de al menos 30 ng/mL (rango preferido 40-60 ng/mL), puede ayudar a reducir el riesgo de COVID-19 y sus efectos graves.La deficiencia de vitamina D es muy frecuente en los pacientes hospitalizados con COVID-19. Actualmente, hay más de 50 estudios de intervención registrados en ClinicalTrial.gov para investigar el efecto de la vitamina D en la COVID-19. De ellos, algunos han obtenido resultados prometedores.Se descubrió que el riesgo relativo de dar positivo en la prueba de COVID-19 era 1,77 veces mayor en las personas con deficiencia de vitamina D que en las que tenían suficiente vitamina D. Por lo tanto, la suplementación como medida preventiva es imperativa.También se ha evaluado el efecto protector de la vitamina D en pacientes positivos: por poner el ejemplo de un estudio realizado en la India, el 63% de los participantes positivos al ARN del SARS-CoV-2 se convirtieron en negativos tras la administración de suplementos de 60.000 UI de vitamina D3 durante 14 días.Se han propuesto varios mecanismos para el papel de la vitamina D en la COVID-19, incluyendo la modulación de las respuestas inmunitarias e inflamatorias, la regulación del sistema renina-angiotensina-aldosterona y la participación en el metabolismo de la glucosa y el sistema cardiovascular.La deficiencia de vitamina D (20-29 ng/ml) está asociada a la alteración de la homeostasis de la glucosa (diabetes mellitus), un factor de riesgo establecido para la COVID-19. La vitamina D es esencial para la función de las células β del páncreas y la sensibilidad a la insulina.La disfunción mitocondrial causada por la deficiencia de vitamina D es especialmente crítica en las afecciones debilitantes, ya que disminuye la formación de ATP (energía) y aumenta la generación de radicales libres.La vitamina D tiene efectos antiinflamatorios, reduciendo los niveles de citoquinas inflamatorias y especies reactivas de oxígeno. Cuando un paciente con COVID-19 tiene suficiente vitamina D, las tasas de morbilidad y mortalidad son menores, probablemente debido a la regulación a la baja de la producción de citoquinas proinflamatorias, mientras que aumenta la producción de citoquinas inhibidoras en monocitos y macrófagos. La vitamina D3 ejerce efectos antiinflamatorios al modular las prostaglandinas, el NF-κB y la MAPK y puede reducir la inflamación al promover la producción de óxido nítrico, inhibir la generación de ROS y prevenir la disfunción de las células endoteliales.Es importante destacar que todas nuestras células inmunitarias innatas (dendríticas, monocitos y macrófagos) y adaptativas (células T y B) tienen el receptor de vitamina D (VDR) necesario para que la vitamina D actúe en la optimización del sistema inmunitario.

Recomendación

Según las Directrices Prácticas sobre la Vitamina D de la Sociedad de Endocrinología. Para tratar la deficiencia de vitamina D, se ha demostrado que 50.000 UI de vitamina D a la semana (equivalente a ~6600 UI al día) durante 8 semanas son eficaces para elevar las concentraciones séricas de 25 (OH) D por encima de 30 ng/ml sin ninguna toxicidad negativa.Y para mantener la suficiencia de vitamina D (como prevención o después del tratamiento), la Sociedad Endocrina recomienda 400-1000, 600-1000 y 1500-2000 UI de vitamina D2 o vitamina D3 al día para los bebés de hasta 1 año, los niños y los adultos ≥ 18 años, respectivamente. Sin embargo, los adultos obesos necesitan de 2 a 3 veces más vitamina D para satisfacer sus necesidades debido al efecto de dilución de la vitamina D liposoluble en el gran depósito de grasa corporal.Esta revisión se centra en el papel de la vitamina D. Sin embargo, está claro que no basta con cuidarse con la vitamina D. En DeltaO2 nos centramos en optimizar todo lo que nuestras células necesitan, y no sólo a través de la nutrición, sino que la hidratación y la oxigenación son igualmente importantes. En futuras entradas del blog cubriremos otros nutrientes que debemos optimizar en nuestra dieta y suplementación para protegernos de la fuerza del VIRUS. Mientras tanto, si no está complementando su dieta con vitamina D, le recomiendo el producto SYNERGY, disponible en la tienda o en nuestro sitio web.

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