La diferencia entre las dos edades que todos tenemos
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Edades distintas
Cronológica y biológica coexisten en cada persona
Entre la edad que marca el calendario y la que reflejan nuestras células existe una gran diferencia fundamental. En el centro de esta fascinante historia están los telómeros, los guardianes cromosómicos del tiempo biológico, y una enzima extraordinaria capaz de reescribir su destino: la telomerasa.
La ciencia moderna está explorando vías innovadoras para preservar esa juventud molecular. Entre ellas destaca la oxigenación hiperbárica, una técnica que podría ayudar a ralentizar el reloj celular y mantener la vitalidad de nuestros tejidos durante más tiempo.
El reloj interno de nuestras células
En el corazón de nuestros cromosomas existe una especie de "reloj interno molecular": los telómeros, pequeños fragmentos de ADN que protegen la información genética esencial, funcionando de manera similar a los plásticos protectores en los extremos de los cordones de los zapatos. Cada vez que una célula se divide para renovarse, los telómeros se acortan progresivamente un poco más, marcando de forma inexorable el paso del tiempo biológico.
01
Infancia y adolescencia
La telomerasa mantiene los telómeros activos durante el crecimiento
02
Madurez
El organismo "apaga" la telomerasa en la mayoría de células
03
Envejecimiento
Los telómeros se acortan con cada división celular
04
Senescencia
Las células pierden capacidad de regeneración
La telomerasa: guardiana de la juventud celular
Durante la infancia y la adolescencia, cuando el cuerpo está en pleno crecimiento y desarrollo, una enzima extraordinaria llamada telomerasa mantiene estos extremos cromosómicos casi intactos. Su actividad permite que las células se dividan una y otra vez sin perder estabilidad ni funcionalidad.
Sin embargo, una vez alcanzada la madurez física, el organismo desactiva estratégicamente este mecanismo en la mayoría de las células. Solo quedan activas algunas reservas celulares especializadas: las células madre, las células germinales y ciertas células inmunes que necesitan mantener su capacidad regenerativa.
A partir de ese momento crucial, cada división celular deja una pequeña marca indeleble del tiempo: los telómeros se acortan progresivamente, las células envejecen de forma natural y su capacidad intrínseca de regeneración disminuye poco a poco.
Factores que aceleran el acortamiento telomérico
Como señaló M.A. Shammas (2011), la longitud de los telómeros no solo está determinada por la genética o la edad, sino también por los hábitos y el entorno que condicionan el equilibrio oxidativo y la inflamación celular.
Estrés oxidativo
Los radicales libres dañan las estructuras celulares y aceleran el desgaste de los telómeros
Inflamación crónica
La activación constante del sistema inmune contribuye al envejecimiento prematuro
Hipoxia tisular
La falta de oxígeno en los tejidos compromete la función celular óptima
En contraste, los hábitos saludables pueden ejercer un efecto protector significativo. Una respiración adecuada, un descanso profundo y reparador, una nutrición equilibrada y una oxigenación celular óptima son factores que ayudan a preservar la longitud telomérica y, por tanto, la juventud biológica de nuestros tejidos.
Oxigenoterapia hiperbárica: una nueva esperanza
Aquí es donde entra en juego la oxigenoterapia hiperbárica (HBO), una intervención médica que está revolucionando nuestra comprensión del envejecimiento celular. Al aumentar significativamente la cantidad de oxígeno disuelto en sangre mediante presión atmosférica elevada, la HBO genera pulsos controlados y repetidos que estimulan los mecanismos naturales de reparación y regeneración del organismo.
En estudios recientes pioneros, investigadores de prestigio como Shai Efrati y su equipo han observado resultados sorprendentes: un aumento significativo de la longitud de los telómeros y una reducción notable de células envejecidas (senescentes) tras varias sesiones de oxigenoterapia hiperbárica correctamente dosificadas.
20%
Aumento telomérico
Incremento observado en la longitud de los telómeros
37%
Reducción senescencia
Disminución de células envejecidas tras tratamiento HBO
"No se trata de detener el tiempo, sino de reentrenar a las células para vivir mejor dentro de él. El envejecimiento no es un enemigo que se vence, sino un equilibrio delicado que se mantiene."
El oxígeno se revela así como una de las herramientas terapéuticas más elegantes y naturales para recordarle al cuerpo humano cómo activar sus propios mecanismos de reparación, cómo regenerar tejidos dañados y cómo respirar juventud a nivel celular. La promesa no es la inmortalidad, sino la posibilidad real de envejecer con mayor vitalidad, salud y calidad de vida.
Como resume Gupta y Rathored (2024):
La oxigenación hiperbárica no solo mejora la oxigenación tisular, sino que modula vías génicas asociadas a la regeneración, la inflamación y la longevidad celular, integrando la biología del envejecimiento con la medicina regenerativa.